Filósofos Alemanes
Extracto de: ‘Vidas de Nietzsche’
Miguel Morey
El hijo del predicador
(1844-1868)
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La mayoría de los testimonios que poseemos sobre la infancia de Nietzsche nos lo presentan como un niño solitario, grave y altivo; con ocurrencias y maneras insólitas para su edad. Si se quiere, puede ser éste un retrato embellecido por su hermana con el fin de volver aún más heroica su figura y presentarla a la posterioridad con todos los rasgos de la genialidad precoz.
Aún así, a pesar del descrédito progresivo en el que han ido cayendo los testimonios de su hermana conforme se iban haciendo patentes sus imposturas y falsificaciones, no parece oportuno prescindir por completo de ellos, no sólo porque son casi los únicos que existen sobre determinados momentos de la vida de Nietzsche (como por ejemplo, su primera infancia), sino también porque se apoya directamente en ellos buena parte de la mitología personal que acompañó la primera recepción de la obra de Nietzsche, y cuya resonancia, en alguna medida, todavía perdura.
De creerla a ella, el abuelo materno, Oehler, fue «el primero en percibir los dones extraordinarios de su nieto Friedrich». Y así, nos cuenta por ejemplo cómo el abuelo solía atajar las quejas de la madre, exigiendo que se respetaran las rarezas de Nietzsche, ya que «es el niño más